miércoles, 29 de octubre de 2008

Mi vida sin mí

"Ésta eres tú, con los ojos cerrados bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como… no sé cómo describirlo… como una de esas personas a las que les gusta la luna, pasar horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando. O tal vez no. Da igual. A ti te gusta estar así, desafiando el frío, sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta. Y te moja la piel y notas cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies. Y el olor. Y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Ésta eres tú. Quién lo iba a decir. Tú."

Blablabla..

A la gente le da por hablar,
Blablabla..

La gente habla sin parar, es algo obvio.
Te hablan de situaciones, de momentos, de vivencias.
Te hablan de gente ajena a ti, de momentos ajenos a ti,
Y tú asientes, como si te importara bastante.
Bastante poco vamos.



Porque a veces las cosas duelen,
las palabras duelen, los momentos,
y las imágenes ajenas que tan poco importan, también.

¿Cómo puede sostenerse todo esto?


¿Cómo puede sostenerse todo esto? Es mágico.
Y curiosa la palabra ‘sostener’, huele a algo compartido.

Qué olor, ¿no?
Parece irracional. Despreocupado. Ilógico.
O no.
¿Te acuerdas?
Ya no entiendo de tiempo,
ni de distancias cercanas.
Menos lejanas.
No quiero hablar de medias verdades,
ni de besos desdoblados.
No pretendo acelerones,
ni paros de a medio tiempo.
Tampoco quiero juzgar,
ni pararme pensar…
Yo te doy el tiempo de un reloj,


Y lo importante lo pones tú.